La comunidad nativa awajún Shimpiyacu lleva horas solicitando la intervención del Estado frente al accionar violento de invasores, traficantes de tierra y usurpadores; sin embargo, todavía no encuentran respuestas efectivas que garanticen la vida e integridad de sus miembros, así como la protección de sus territorios.
Desde la mañana de hoy, el territorio de la comunidad nativa Shimpiyacu, ubicada en la región de San Martín, viene siendo el escenario de un enfrentamiento entre los miembros de la comunidad e invasores, traficantes de tierras y usurpadores que han ocupado ilegalmente sus tierras y deforestado sus bosques. Todo empezó cuando la comunidad, a través de un acuerdo de asamblea, decidió desalojarlos, debido a la inacción del Estado frente a sus denuncias sobre la ocupación ilegal de sus tierras. Ello, pese a que cuentan con títulos de propiedad (Resolución Directoral N°4675-75-DGRA/AR; Resolución Directoral N° 075-96-RSM-DRA-SM; Resolución Directoral Nº 036-97-RSM-DRA-SM; Resolución Ministerial N°517-99-AG; Resolución Directoral Nº 047-2000-CTAR-SM/DRAG). Fue así, como hoy, al promediar las 8 de la mañana, miembros de la comunidad procedieron a la recuperación de sus tierras, de manera pacífica. Sin embargo, los invasores respondieron con armas de fuego. Producto de ello, 3 casas fueron quemadas, y una persona ha sido herida.
Según reportan miembros de la comunidad, hay, por lo menos, un herido y 3 casas han sido quemadas.
Es en este contexto que la comunidad nativa Shimpiyacu solicita al Ministerio del Interior y la Prefectura de Moyobamba, medidas de protección personales y colectivas para garantizar la vida e integridad de los comuneros, quienes se encuentran en riesgo grave e inminente ante las acciones de violencia que los invasores vienen realizando. Asimismo, solicita la intervención del Ministerio Público para que realice las investigaciones respectivas e identifique a los responsables de los actos de violencia que vienen sufriendo. Finalmente, la comunidad hace un llamado para que el Estado pueda garantizar, de manera efectiva, su derecho al territorio ancestral frente a las invasiones de terceros.
